28 feb 2011

UNOS BANDIDOS VS LA COMUNIDAD

           P R O Y E C T O    "C I U D A D E L A"

                              Inexplicable sabotaje ...


El desorden y la basura, junto con la roña de todo tipo, rodean al actual edificio del Puerto de Asunción. Todo este panorama mejorará con el proyecto denominado Ciudadela.

  El denominado “Programa Ciudadela Cultural de Asunción” es una iniciativa que consiste, en lo esencial, en la recuperación de una de las zonas urbanísticas más deprimidas de la capital, cual es su casco histórico; es decir, unas ciento veinte manzanas que constituyen el espacio donde esta ciudad tuvo su origen y su desarrollo durante los primeros cuatro siglos de existencia.   
Este Programa, de realizarse, coronaría muchas décadas de continuos reclamos por la conservación del patrimonio cultural de la capital, tan amenazado por numerosos factores socioeconómicos, políticos, culturales– y tan descuidado, que puede afirmarse que, lastimosamente, las nuevas generaciones juveniles apenas ya conocen esta parte esencial de la ciudad, porque ningún atractivo les ofrece en el estado en que se encuentra actualmente.   
La idea fundamental que presiden proyectos como el mencionado es la recuperación gradual de este casco histórico asunceno tan desaprensivamente abandonado a su suerte por las autoridades municipales, por las autoridades gubernamentales y por la misma ciudadanía, por cuanto todos los citados cargan sobre sí la responsabilidad de conservar y mejorar el legado de tantas

generaciones que se afanaron por erigir una ciudad digna de sus orígenes, orgullosa de constituir el sitio privilegiado por la historia nacional para ser testigo de los hechos y sucesos más significativos de su pasado.   
Sin embargo, parece mentira pero cada vez que surge un movimiento para mejorar, reedificar, rescatar una parte sensible de la ciudad, inmediatamente se activan la reacción y el sabotaje. Siempre hay alguien a quien las iniciativas de este tipo le amenazan, le inspiran desconfianza o simplemente le molestan.   
Todos los esfuerzos municipales realizados por intervenir en los barrios marginales de las zonas anegadizas de la ribera fluvial asuncena, por ejemplo, chocaron invariablemente contra las protestas de los moradores. De igual manera, en los barrios del tipo tugurio del interior de la ciudad, no se pueden resolver ni siquiera sus problemas de titulación o legalización de la posesión de la parcela, ya no se hable de mejoras urbanísticas, pues hasta el más haragán e inútil de sus ocupantes se siente con derecho a impugnar, boicotear, organizar o integrar manifestaciones de rechazo, generalmente de proyectos que no estudió ni los entiende, por cierto.   
Y para que esta norma no varíe, ahora resulta que el “Programa Ciudadela Cultural de Asunción” ya encontró su “contra”. Se percibe una negativa semiinstitucional a que se abra al uso público una parte de la plazoleta del puerto asunceno, que hace ya varios años fuera cercada y anexada a los muelles y que, actualmente, no tiene ningún valor de uso, como lo atestiguan las autoridades de la Dirección General de Aduanas.   
El Programa citado planeó recuperar este espacio –donde incluso existe una escultura de Herman Guggiari dedicada a los excombatientes del Chaco, lo que demuestra su vocación de espacio público– y equiparlo para su finalidad cultural, integrada al centro histórico y prestando servicios turísticos, gastronómicos y de variados rubros. La plazoleta recuperada para la ciudad constituiría, a no dudarlo, un núcleo expansivo desde el cual sería mucho más fácil ir levantando las zonas más deprimidas que actualmente rodean a esa zona portuaria.   
Pero a algunos en el Puerto parece agradarles la porquería escandalosamente sucia y fea de la que sus oficinas están rodeadas actualmente y le pusieron la testa al proyecto. Por supuesto, en esta postura son acompañados por los sindicalistas portuarios. Para convencer de que no hay que llevarlo adelante, recurren a un viejo cuco: “se perderán muchos puestos de trabajo”. Por supuesto, no se molestan en demostrar por qué ocurrirá tal cosa, cuando  todo indica que será al revés, que el Programa creará muchas fuentes de ingreso lícito y dinamizará la economía de la zona, además de sus otras ventajas.   
Al parecer –lo que no es raro en nuestro país– , detrás de este sorprendente rechazo a un proyecto ya debatido, consensuado, aprobado y elogiado por las autoridades gubernamentales y municipales, por el sector privado y por numerosas organizaciones civiles, hay una motivación de bajo nivel político: el deseo de poner obstáculos a un ministro que se perfila para competencias electorales futuras. El éxito del Programa, según estarían cavilando alguno de los eternos “pokarê” de nuestra politiquería, prestigiaría a este ministro y robustecería su imagen. Así de sencillo, así de estúpido, un argumento como este tiene la virtualidad de paralizar un proyecto de vasto interés público.   
Por supuesto también, para estos funcionarios de mentalidad prehistórica, vale más el lugar para estacionar sus lujosos automóviles antes que para un proyecto cultural y social para usufructo de la ciudadanía.
Habrá que esperar a que el presidente Lugo asuma sus decisiones ya tomadas y dé la orden de que se ejecute el Programa en la parte que guarda relación con este caso, pasándose por alto las objeciones de quienes tienen intereses creados, que ejecutan una clara misión de sabotaje, por motivos espurios, antisociales y antipatrióticos. Contra esta clase de actitudes, en buena política solo cabe una mano firme ejerciendo la autoridad sin vacilaciones.


El monumento a los Héroes del Chaco, de Hermann Guggiari, junto con el Galpón “A”, será uno de los principales atractivos del espacio verde a ser recuperado.

   Nahesakãi  sabotaje  oïva  proyecto

                                 “Ciudadela” rehe


Pe ojeheróva “Programa Ciudadela Cultural de Asunción” ha'e pe oñepyrüva, pe oñeikotevëva, ogueru jeýva zona urbanística oñedeprimíva tavaguasu,ha'éva casco histórico; he'iséva, heta jey umi manzana omopyendáva pa'ü oïha tavaguasu heñóiva'ekue ha omopu'ãva irundýha sandykõi oikovéha. Ko programa, oñemoañete, coronaría heta década ojejerúre jey conservación patrimonio cultural tavaguasúpe, oñeamenasáva heta mba'e rehe –socioeconómico, político, cultural– ha ojedeskuidáva, ikatúva oñemoañete, lastimosamente, generación pyahu juvenil oikuaáma tavaguasu he'íva, ko'ápe ndaipóri mba'eveichagua atractivo oikuave'ëval estado ojejuhúha ko'ã árape.
  Oñemopyendáva umi proyecto pe ojeheróva oñemopu'ãvo casco histórico asunceno oïva tapere ramo, mburuvichakuéra municipal, umíva mburuvicha gubernamental ha avei ciudadanía, umi mba'e rehe omoï ijati'ýre responsabilidad oñangarekóva ha omohendávol legado hetaite  generación oñeafanáva tavaguasu opu'ã ha orekóva teko porã heñóirõ, orgullosa  omoañetégui tenda privilegiado tembiasa nacional ha'e haguã testigo umi mba'e oikóva ha orekóva suceso oñemomba'eguasuveva hembiasa yma guarégui. 


La ciudadanía podrá tener acceso a este idílico atardecer frente a la Bahía de Asunción desde este sector del muelle que será reorganizado y embellecido, según el proyecto


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